lunes, 10 de mayo de 2010

A Nuestras/os Compañeras/os del Grupo Aerolíneas:

Recientemente, Aerolíneas Argentinas y Austral sancionaron a varios Auxiliares de Tráfico Aeroparque, llegando incluso a despedir a un trabajador con más de cinco años de experiencia. La empresa adujo graves faltas. La conducción del sindicato se mantuvo en el silencio al que ya nos tiene acostumbrados. Nosotros aquí, damos cuenta de nuestra versión de los hechos. En primer lugar, a nuestro compañero Cristóbal Straneck se lo despide por haber llegado 15 minutos tarde al embarque de un vuelo, lo que en sí mismo no tiene nada de extraordinario, ya que por la cantidad de vuelos programados y ante la falta de personal, así como de medios y hasta infraestructura, es muy común llegar tarde a los embarques o iniciar los mismos con una sola persona cuando, en realidad no debe haber menos de dos, según la programación diaria de vuelos. Sin embargo, en esta ocasión, la empresa se valió de un error involuntario de una persona altamente profesional, además de excelente compañero, para dejarlo en la calle.
Ese mismo día, a más de una docena de Auxiliares de Tráfico se les comenzaba a notificar que deberían cumplir con una suspensión de cinco días ante la negativa a sentarnos en los mostradores de los vuelos regionales sin formular explicación alguna, cuando en verdad, sí dimos una explicación y era que, antes de hacer esa nueva función, pretendíamos que se nos diera un curso de documentación para vuelos internacionales, a fin de desarrollar correctamente esta función, evitando a su vez errores involuntarios que pudieran desencadenar en sanciones y hasta despidos por parte de la empresa, curso que por otra parte veníamos exigiendo desde que se supo de la regionalización de Aeroparque.
Hasta aquí los motivos esgrimidos por la empresa. Pero antes de continuar, resulta necesario recordar que, desde años atrás, los trabajadores del espigón Aeroparque venimos exigiendo a la empresa una serie de medidas que garanticen nuestra salud e integridad psíquica y física, como la reducción de la jornada laboral, la regulación de los tiempos de descansos, y la posibilidad de realizar turnos fijos, medidas que en septiembre de 2007 los directivos de Marsans, con el Estado como garante se comprometieron a aplicar; y que en octubre de 2008, ya bajo gestión estatal, el por entonces presidente Julio Alak lo ratificara por escrito.
Sin embargo y hasta la fecha, todo sigue igual. Como sigue igual la discriminación que venimos sufriendo con respecto a nuestros compañeros de Ezeiza, ya que hoy día cobramos en promedio $300 menos cuando en ambas bases tenemos la misma carga horaria y desarrollamos las mismas tareas. Es por eso que, además venimos exigiendo un plus salarial para que se nos respete un derecho fundamental, que es a igual función igual remuneración.
También venimos pidiendo a la empresa, desde hace mucho tiempo atrás, que erradique las prácticas persecutorias y de constante hostigamiento y maltrato que caracteriza a la jefatura de nuestro sector, la que, salvo honrosas y contadísimas excepciones, no tiene ningún problema en gritar a los empleados delante de sus compañeros e incluso de los pasajeros; restringir nuestro descanso después de estar durante horas en los mostradores atendiendo de manera ininterrumpida o corriendo en el preembarco de puerta en puerta; preguntarnos por qué nos levantamos para ir al baño sin pedir permiso!; dejar a varios compañeros durante meses e incluso años en el check-in en vez de hacerlo rotar en preembarco –lo que hace que el trabajo sea mucho más descansado–; o desapareciendo literalmente cuando hay problemas de sobreventas o demoras prolongadas. Una jefatura cuyo principal requisito para ascender pareciera ser cierta inescrupulosidad para maltratar a los que, hasta no hace mucho, eran sus compañeros de trabajo. Es por eso que venimos pidiendo, no que los corran de sus puestos, sino que se les dé instrucciones claras y precisas para que cese el maltrato y la persecución, y que cumplan con las tareas para las cuales fueron nombrados.
Todas estas aclaraciones nos resultan necesario formularlas a fin de que se comprenda un poco mejor lo que ocurre en nuestro sector. Damos cuenta además de lo que significa entrar a trabajar a las 04:00 o 05:30 y estar quizás hasta las 9:00 o 10:00 de la mañana sin poder salir a desayunar; o que al día siguiente tengas que entrar a las 14:00 y salgas a almorzar recién a las 17:00 o 18:00 horas. Por eso mismo, con lo complicado que es con estos horarios rotativos organizar nuestra vida familiar y social, junto con la reducción de la jornada pedíamos la implementación del turno fijo, como lo hacen nuestros compañeros de Lan Argentina (que además trabajan 8 horas) o como sucede con quienes acaban de incorporarse en Ventas AEP provenientes de la ex sucursal Alem. Sí, tal como se lee.
De ahí nuestra preocupación al enterarnos de la “regionalización de Aeroparque”, dado que junto al incremento de vuelos, también se intensificarían nuestros ritmos de trabajo y los “métodos” de control ejercidos por los jefes del sector. Es así que hemos solicitamos a nuestra Jefatura de Base, a la Gerencia de Aeropuertos y a la de Recursos Humanos, una reunión para tratar estos temas pendientes desde hace años, para poder garantizar la correcta atención de los nuevos vuelos regionales, así como el incremento de los de cabotaje.
En respuesta a nuestras demandas, la empresa dispuso en un primer momento trasladar a dos de los tres delegados, de manera ilegal, por considerar que, dicho por el mismo Recalde, “eran un palo en la rueda, un obstáculo, para el funcionamiento de Aeroparque” y que si encima nos quejábamos del traslado “los iba a echar”. Es indudable que este intento de traslado era para acallar nuestras reivindicaciones, medida que no prosperó gracias a la espontánea y contundente respuesta que logramos dar de conjunto los trabajadores del espigón.
Pero a pesar de que incluso la justicia ordenó días después a Aerolíneas Argentinas que no modificara las condiciones de los dos trabajadores por considerar que continúan ejerciendo la representatividad de sus compañeros (aunque desde hace más de dos años la conducción del sindicato no convoca a elecciones de delegados en esa base), uno de los delegados en cuestión comenzó a ser suspendido de manera sistemática y burda, tratando de alejarlo de sus compañeros por otro medio que al pretendido originariamente.
Pero tan grave como estos atropellos resulta, como indicábamos recientemente, el carácter ilegal con el que se llevan adelante estas medidas, ya que Mariano Recalde, abogado laboralista, no puede desconocer los términos y alcance del fallo comprendido en el expediente Nº 6125/2010 del juzgado veintiséis, ni los derechos que por ende asisten a los trabajadores del espigón Aeroparque así como a sus delegados.
Pero nada de eso parece importarles a quienes actúan con la prepotencia y arrogancia de los que se saben al amparo del más alto poder para hacer lo que se les venga en ganas. Por eso ya no necesitan disimular o mentir en las causas que se esgrimen para llevar adelante esta verdadera política persecutoria y punitiva contra los trabajadores de esta base.
No desconocemos que todo esto obedece a la necesidad por parte de la empresa de aplicar una política que consiste en sobreexplotarnos para lograr el mayor beneficio económico, política esta que por lo general va acompañada del amedrentamiento hacia los trabajadores para que éstos no atinen siquiera a organizarse para realizar demanda alguna ¿Pero que tal si cambia su política la empresa y comienza a tratarnos como verdaderos profesionales que somos en vez de proceder como lo hace? ¿Por qué no intentarlo? ¿Y la conducción de la APA, hasta cuándo va a permitir que sigan sobreexplotando, maltratando y despidiendo a sus representados?
Mariano Recalde puede y debe dar una muestra inequívoca de cual es su vocación y compromiso con los trabajadores, si es que lo tiene. De él depende revertir semejante situación, y no echar ni amedrentar a los que trabajan, sino deshacerse de esos directivos y gerentes que callaban mientras vaciaban nuestras empresas, apretaban a los trabajadores para ir a vitorear al delincuente de Antonio Mata, y que aún hoy día continúan en Aerolíneas y Austral. Y si no lo hace, muy a pesar de nuestras expectativas originales, demostrará que en definitiva, es más de lo mismo.


CUERPO de DELEGADOS APA-ARSA, ESPIGON AEP


Buenos Aires, Mayo de 2010

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